Las administraciones públicas están decididas a implicarse en la defensa del medio natural. El acuerdo de París del año 215 y la Agenda 2030 han fijado el camino a seguir para procurar un desarrollo sostenible que garantice los recursos a las generaciones venideras. En este marco se incluyen numerosas acciones encaminadas a reducir el impacto de las acciones humanas en la naturaleza. Un ejemplo son las bonificaciones en el impuesto de circulación para los coches híbridos y eléctricos.
El Título IV de la reciente Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética se centra en el ámbito de la movilidad sin emisiones de CO2 y fija el año 2050 como límite para alcanzar el objetivo de contar con un parque de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO2. La norma avanza una serie de medidas que irán implantándose en los próximos años: zonas de bajas emisiones en las ciudades, facilidades para los desplazamientos a pie o en bicicleta, fomento del transporte eléctrico, etc.
Como ya hemos avanzado, mientras que se desarrollan estas medidas, los vehículos menos contaminantes gozan de bonificaciones en el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IVTM) para fomentar su uso.
De acuerdo con el artículo 95.6 de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, los ayuntamientos tienen la potestad de bonificar la cuota del impuesto en función del impacto en el medio ambiente del vehículo y el carburante que utilice.
Por un lado, se pueden beneficiar de una bonificación de hasta el 75% “en función de la clase de carburante que consuma el vehículo, en razón a la incidencia de la combustión de dicho carburante en el medio ambiente”.
Por otro, los municipios pueden bonificar hasta el 75% en función de las “características de los motores de los vehículos y su incidencia en el medio ambiente”.
Por ejemplo, el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid fija en un 75% la bonificación para vehículos eléctricos, de pila, de emisiones directas nulas, híbridos enchufables, eléctricos de rango extendido y los impulsados por energía solar. Además, ofrece una bonificación del 60% durante los cinco primeros años desde su matriculación a los vehículos bimodales o híbridos (motor eléctrico-gasolina, eléctrico-diésel o eléctrico-gas), los que utilicen exclusivamente biogás, gas natural, gas líquido, metano, etanol, hidrógeno o derivados de aceites vegetales.
En Zaragoza, tienen una bonificación del 65% durante seis años los vehículos híbridos y de un 75% sin límite temporal los eléctricos o de emisiones nulas. Los enchufables con etiqueta cero de la DGT disfrutan de una reducción del 75% durante 6 años.
Y un ejemplo más: en A Coruña, las bonificaciones son del 75% durante 6 años para híbridos. Además, la reducción es permanente para vehículos eléctricos y/o emisiones nulas y para los que utilicen como combustibles biogás, gas natural comprimido, metano, metanol, hidrógeno y GLP o mixtos GLP-gasolina.
La movilidad es uno de los ámbitos que mayor impacto provoca en el medio ambiente. Con estas medidas, los ayuntamientos buscan promover el uso de medios de transporte más eficientes con bonificaciones en el impuesto de circulación para coches híbridos y eléctricos.