La tasa turística -también denominada ecotasa– es un impuesto que se aplica a las estancias en los alojamientos turísticos. Por tanto, son los viajeros quien la deben pagar cuando pernoctan en un hotel, hostal, apartamento turístico, camping y otros espacios destinados al turismo. Normalmente, se abona en el momento de la entrada en el establecimiento.

Los ingresos que se recaudan por la tasa turística se destinan a la promoción y conservación del patrimonio y a la sostenibilidad.

En España, la competencia sobre este tipo de tasas es autonómica, pero también existen casos en los que se fijan recargos de gestión municipal.

En Cataluña, por ejemplo, la Ley 5/2020, de 29 de abril, de medidas fiscales, financieras, administrativas y del sector público y de creación del impuesto sobre las instalaciones que inciden en el medio ambiente, permite que el Ayuntamiento de Barcelona pueda aprobar un recargo sobre las tarifas del impuesto a través de una ordenanza municipal. Desde su puesta en funcionamiento en junio de 2021, el incremento del tramo municipal irá aumentando desde los 0,75 euros por persona y noche en 2021 a los 3,25 euros en el año 2024.

Estas cifras se suman a las tasas establecidas por la comunidad que varían en función del tipo de establecimiento: hoteles (entre 0,9€ y 2,25€ según su categoría), apartamento turístico (0,9€) y resto de establecimientos (0,45€).

Baleares es la otra comunidad autónoma española que cuenta con una tasa turística. En este caso, se paga entre 1 y 4 euros por persona y noche, también dependiendo del tipo de establecimiento y su categoría.

Según Newtral, Cataluña recaudó por este concepto 65,6 millones de euros en 2019, mientras que Baleares alcanzó los 131,6 millones.

En la Comunidad Valenciana, estos días se debate sobre la implantación de la tasa turística. Las Cortes aprobaron recientemente una proposición de ley que permitirá cobran entre 0,5€ y 2€ las pernoctaciones de turistas a partir de 2024. Corresponderá a los ayuntamientos decidir si la implantan en sus municipios. Algunos consistorios ya han manifestado su posición.

También Sevilla se plantea el cobro por pernoctación, lo que supondría 7 millones de ingresos. Y en Málaga, el ayuntamiento ha pedido las competencias para poder implementarla.

 

La tasa turística, en Europa

Una veintena de países europeos cuentan con una tasa turística. Según la Comisión Europea, las tarifas van desde un mínimo de 0,10 euros (Bulgaria) hasta un máximo de 7,50 euros (Bélgica) por persona y noche. La media oscila entre 0,40 y 2,50 euros.

Las islas Azores comenzarán a cobrar una tasa turística de un euro por noche a partir de enero de 2023. Esta figura impositiva afectará a los visitantes mayores de 14 años. Además, se cobrarán dos euros por desembarcar en los puertos.

Cada vez son más los destinos que se van sumando la tasa turística a sus figuras impositivas. Es una fuente de ingresos que ayuda a impulsar proyectos de mantenimiento y mejora de los recursos turísticos. Sin embargo, ante un panorama de incertidumbre económica, no son pocas las voces que consideran que no es el momento adecuado de incrementar el coste al que tienen que hacer frente los turistas. El debate está servido y, a buen seguro, que se extenderá a otras regiones y municipios.